Trabajar por los derechos ciudadanos y la pulcritud en el manejo de las instituciones públicas constituye la prioridad de la recién designada defensora del pueblo, Zoila Martínez, una prominente abogada de 71 años de edad, fuertemente ligada al Partido Reformista Social Cristiano y a la Iglesia Católica.
“Es primordial el respeto a los derechos humanos de los dominicanos, en cualquier lugar donde esté”, afirmó Martínez, ex fiscal del Distrito Nacional en el año 1996 y embajadora en Corea en 1996.
La abogada, especializada en Derecho Procesal Penal, manifestó que hará especial énfasis en evitar que sigan muriendo dominicanos en alegados intercambios de disparos con la Policía Nacional.
Los bajos salarios en las empresas públicas y privadas y las condiciones infrahumanas en que viven cientos de miles en los cinturones de miseria de las grandes ciudades son preocupación de Zoila Martínez.
No obstante, manifestó que no buscará conflictos con ningún sector de la sociedad, sino colaborar en la solución de los grandes problemas.
“El defensor del pueblo es un armonizador natural”, dijo.
Recordó que la Ley 19-01, que instituye la defensoría del pueblo, no contempla sanciones y que sus funciones son meramente conciliatorias.
“Las sanciones son de carácter moral”, manifestó la profesional en entrevista telefónica.
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